lunes, 5 de junio de 2017

Planeando vacaciones...






Ha comenzado el mes de junio y me siento a escribir, taza de café en mano y las mimosas adornando la vista desde mi ventana. ¿Has visto Almu como están de bonitas las mimosas este año?... me decía una amiga ayer. Es verdad, a veces vivimos con tanta prisa que no nos paramos a observar la maravilla de paisajes que nos acompañan cada día en lo cotidiano.
Y hoy me paro a reflexionar cuántas cosas hay que no apreciamos si no nos detenemos. Por eso, esta mañana estoy haciendo un bonito ejercicio de atención plena. He mirado mi habitación, mi cama, mis sabanas, esa luz maravillosa que entra por mi ventana, la ropa de invierno ya guardada y la de verano de regreso al armario. Me he sentado a saborear una tostada con mermelada y pimienta negra, que me encanta, he colocado la colchoneta y el zafú y me he sentado un rato en silencio conmigo misma, respirando, con una música relajante de fondo y un incienso que llena mi espacio de olores a madera. Es en esos momentos de serenidad profunda cuando conecto con mi esencia, cuando dejo los personajes que me acompañan y me siento conectada con el Uno, con la totalidad, con el Campo.
Cada mañana cuando me despierto, le deposito al Espíritu Santo mi día, pidiéndole que se haga su voluntad y no la mía. Y soy consciente de que cuando me flexibilizo, cuando no controlo, soy guiada, soy acompañada y dirigida a aquello que forma parte de mi aprendizaje, de mi experiencia.
Cada día, cada amanecer, me aporta aquello que soy, cada noche antes de acostarme miro desde mi terraza la grandeza de la noche y me siento en paz.
Nada que objetar a lo vivido, doy por bueno todo lo aprendido, todo lo experimentado, cada sentimiento, cada emoción, tratando de no catalogarla, de no ponerle un nombre, sino sencillamente permitir que sea, que ocurra...

Esta mañana me estoy divirtiendo en buscar un viaje para hacer en verano, teníamos varias alternativas y creo que vamos a decidirnos por Grecia. Sonrío al ver las preciosas casitas de Santorini, que paisajes tan románticos! y me imagino allí, sentada frente al mar, entre las calles con colores blancos y azules, paseando por las calles de Atenas, templos y Dioses, origen de civilizaciones y me llena de felicidad, de alegría, de serenidad y sobre todo de ilusión.
Que bonita sensación es planear un viaje, imaginar y elegir los lugares que deseas visitar, regalarte espacios nuevos, tomar un avión y adentrarte en nuevas experiencias, darte cuenta de que el mundo este en el habitamos está lleno de rincones mágicos, con historias propias...

Y así, desde un lunes precioso en Madrid, feliz y serena, planeando parte de mis vacaciones, os deseo a tantos lectores, desde tantas partes diferentes del mundo, que tengáis un maravilloso mes de junio lleno de todo aquello que os haga felices.

Gracias por leerme, todo mi amor,

Almu Fuentes