lunes, 23 de septiembre de 2013

Confiar en mi Yo infinito


Empieza el otoño y aquí seguimos, transitando la vida como buscadores. Despertamos una mañana con la certeza de que el paisaje que nos rodea se irá transformando convirtiendo la naturaleza en un cuadro nuevo en el que estamos todos representados.
Este verano que acaba de terminar me ha traído muchos aprendizajes, pero hoy quiero destacar un libro. Agradecer a Alfonso, amigo y compañero, maestro de maestros, gran terapeuta transpersonal esa sugerencia amorosa que me hizo antes de comenzar las vacaciones: Almu, un libro, te recomiendo un libro: Morir para ser yo de Anita Moorjani, es sencillo, fácil y lleno de consciencia.

He disfrutado mucho leyéndolo, ahora mismo me acompaña en mi mesilla de noche, le he sacudido la arena y la sal de entre sus páginas y quiero transcribir hoy en mi blog una parte que hace que mi alma se emocione cada vez que la leo:

"Ahora he aprendido a confiar en la sabiduría de mi yo infinito. Sé que yo, al igual que todo el mundo, soy una fuerza poderosa, magnificente, amorosa y amada incondicionalmente. Esta energía fluye a través de mí, me envuelve y es indistinguible de mí misma. Es, de hecho, quien soy y lo que soy en verdad. Confiar en ella es sencillamente, confiar en mí misma. Permitir que me guíe, me proteja y me dé todo cuanto preciso para mi felicidad y bienestar definitivos es consecuencia del mero hecho de permitirme ser yo misma.
Solo necesito ser el amor magnificente que soy y permitir que los acontecimientos y las circunstancias de mi vida ocurran como hayan de ocurrir, porque sé que lo que sea que suceda es siempre para mi mejor interés a largo plazo.
Me desapego de cualquier resultado preconcebido y confío en que todo está bien y es para bien. El hecho de ser yo misma permite que la totalidad de mi magnificencia única me impulse en las direcciones que son más beneficiosas para mi y para los demás. Esto es realmente lo único que tengo que hacer. Y dentro de ese marco, todo lo que es verdaderamente mío llega a mi vida sin esfuerzo, por las vías más mágicas e inesperadas que podamos imaginar, demostrándome todos los días el poder y el amor de aquella que verdaderamente soy"

Y con éste texto que nos habla de confianza en nosotros mismos, saludo hoy al otoño y a todos os deseo una feliz semana.

Almu Fuentes

lunes, 16 de septiembre de 2013

Big Mind con Alejandro Villar


Este hombre sencillo, afable, cercano ha sido éste fin de semana maestro de maestros. Imposible no buscar estar lo más cerca posible de él como si así pudiera integrar cada palabra que decía. Un biólogo buscador, cuya parte escéptica le llevó hasta un gran maestro Zen , Genpo Roshi creador de la técnica Big Mind escrita en su libro (agotado por cierto) Gran Mente, Gran Corazón.

Genpo Roshi dice que somos seres (almas) humanas (mi pequeño yo), que buscan encontrarse. Esa definición me llega y algo en mi interior se alegra. Yo soy todas mis voces, infinitas voces, tantas, que algunas ni tan siquiera las reconozco desde mi pequeño yo. Ocurre que algunas voces no me gustan, no quiero tenerlas, bien porque sentí que me hacían daño o hacían daño a seres que amaba, bien porque nunca supe comprenderlas. Todas esas voces las metí en mi sótano, en mi sombra... en algún momento a lo largo de mis 49 años, he ido disociando voces (contigo no bicho!!!) y creyendo que no las tengo, las fuí abandonando.

Las voces disociadas golpean y salen a hurtadillas... que boba, yo me creía que mi sótano era seguro, pero estamos tan bien hechos que todo lo necesario sale. Podría una orquesta sonar sin alguno de sus instrumentos? Las voces pueden sonar como una orquesta en la que cada músico toca su instrumento en el momento adecuado para crear un sonido acompasado.

Hablar con cada voz ha sido un ejercicio sorprendente, las lágrimas y las carcajadas se mezclaban en una sala cálida de KayZen, sede de la Escuela Transpersonal en El Escorial. Alejandro Villar, como un gran director de orquesta facilitaba con amor y humor, el camino de las voces.

Saber que soy todo, integrar a mis voces, comprender que si las acepto tienen muchas cosas buenas que ofrecerme, ha sido el mejor regalo que he podido hacerme éste fin de semana. El mejor ejemplo para mi fué el caballero, ese ser amoroso y galante que en el campo de batalla corta cabezas y mata... mi pequeño yo con sus resistencias, con sus miedos, ha sido abrazado por mi gran mente, la que nada desea, la que nada piensa... y yo... o mejor dicho dicho, mi pequeño yo... no sabía que estaba.

Voy a escuchar a cada voz con atención plena, voy a sacarla del sótano sabiendo que es un trabajo de por vida, voy a preguntarle a cada voz, qué puede aportarme que me acompañe para ser más feliz y vivir más en mi... gracias Alejandro.

Almu Fuentes... más integrada







jueves, 12 de septiembre de 2013

Saber quién no soy... para saber quién soy


El buscador es el que está en busca de sí-mismo.

Abandona todas las preguntas, excepto una: Quién soy?
Después de todo, de lo único que estoy segura es de que "yo soy", así de simple, así de sencillo.
Pero me empeño a veces en pensar Yo soy ésto... y entonces me engaño.

Para saber lo que yo soy, primero tengo que saber lo "que no soy". Qué lío para mi mente que intenta comprender a medida que escribo.

Dice el maestro Sri Nisargadatta Maharaj, que tengo que descubrir que no soy mi cuerpo, ni mis sentimientos, que no soy mis apegos, mis preocupaciones ni mis pensamientos. Que no soy el tiempo, ni mi edad, ni un espacio, ni tantas cosas más.

Nada que yo perciba puedo ser yo, porque percibo a través de la mente y lo que la mente crea es irreal. Yo no soy lo que percibo.

Mi mente me describe a mi misma y a los demás en términos negativos o positivos, lo positivo y negativo es otro invento de mi mente, son percepciones, no son reales.

En mi silencio está el fin de mi búsqueda, yo soy un ser sin límites.

Gracias Maestro, gracias amigo.


Almu Fuentes

martes, 10 de septiembre de 2013

Volver a casa


Qué tiene la playa que nos envuelve en una sensación de libertad? Para mi es consciencia a tope.
Creo que no me he puesto en 5 semanas más que unas simples babuchas de hace varios años, gastadas, de cuero y con las que prácticamente ando en contacto con la tierra. No he necesitado más.
La plancha ha pasado a ser un elemento innecesario y olvidado, los bañadores y las toallas han reemplazado a camisetas y camisas... las sábanas suaves, ligeras, el aire entrando limpio por las ventanas y un libro, mi gran compañero.
Lo primitivo del mar me conecta con mi esencia, el vuelo de las gaviotas recuerda a mi inconsciente que el don de volar no es únicamente de los pájaros. El sonido de las olas me mete en una dimensión en la que comprendo la ligereza de mi cuerpo.
Cada vez que me marcho de la playa, de esa arena blanca y las señales de madera, me pregunto... A DONDE VOY? mi ego me dice, vuelves a casa y entonces me pregunto QUE ES VOLVER A CASA?

Siempre estoy en casa, estoy en mi. Este año pongo mi intención en saberme en casa, esté donde esté. Permitirme ser yo misma, no desviarme tratando de ser quien no soy, no tratar de ser nadie diferente al propósito superior de mi elección consensuada. No tengo nada que hacer para quererme, nadie tiene que hacer nada para que le quieran, el amor incondicional es el de uno mismo, el de permitirse SER.
Y desde la felicidad de estar en casa... escribo, siento y soy.

almu fuentes