miércoles, 20 de noviembre de 2013

La Señora Sangyong



Tengo mi coche de taller en taller desde hace más dos meses... mi coche no es un coche cualquiera, es la Sra. Sangyong, mi compañera del día a día, la que me escucha cuando hablo sola, la que se ríe conmigo cuando me llega la carcajada explosiva, la que sostiene mis lágrimas cuando aparecen. Es también la que aguanta mi enfado en un atasco, mi ansiedad cuando tengo prisa, la que aloja la compra pacientemente intentando que no se vuelque nada, y eso a pesar de mi falta de cuidado. La que siempre lleva más de lo que puede, más niños, más maletas, más animales,  más bolsas de Ikea...

Ella, la que tiene de todo, música, galletas, caramelos, chicles, toallitas mojadas, kleenex, y hasta cosas insospechadas. La que avanza valiente entre los coches para llegar a tiempo a recoger a los niños, la que me espera en zona verde o azul mientras descansa un rato. Es gris y grande, está un poco gorda, lo reconozco, pero así los niños se acomodan entre sus curvas cuando viajamos. Tiene buen carácter, un poco gruñona si se va quedando sin gasolina, pero lo aguanta todo, la arena de la playa, las tablas y el sol asfixiante en su espalda en los días calurosos de los veranos gaditanos.

Pues mi amiga la Sra. Sangyong no está con nosotros y la echamos de menos. Cuando pienso en ella no puedo evitar el miedo a que tenga alguna avería que no consigan reparar. Siento que la arreglan una cosa y cuando me la dan una y otra vez, se le ha estropeado otra... como una enferma cuyos médicos no consiguen dar con su dolencia. Estaba en un pequeño hospital, digo taller y finalmente decidimos su traslado a un gran hospital digo a la casa oficial... Cuánto se echa de menos lo que no se tiene!!

Y me pregunto... qué puedo aprender de esto? Lo primero que estoy ganando en paciencia, lo segundo que estoy consiguiendo aceptar lo que es. Lo tercero, darme cuenta de lo infinito que es el universo porque no he dejado de tener coche en los casi tres meses.


Hoy, quería hablar de Ella. La echo de menos, a fin de cuentas es mi compañera y amiga. Feliz miércoles!

Almu Fuentes