martes, 11 de junio de 2013

El balón que escondo...


El balón que escondo es aquello que no quiero que tu veas de mi. El que escondes tú, es aquello que quieres ocultarme. Todos tenemos balones bajo nuestros pies, balones así de grandes que mantenemos en el fondo con la gran agilidad que nos caracteriza.

Pero, cuánto cansa mantener la atención para que ninguno se nos escape y salte a la superficie con tanta fuerza, que no podemos hacer nada para ocultarlo... son esos momentos en los que reacciono de forma extraña para los demás, en los que me pongo como un basilisco por una teórica tontería, en los que se desdobla mi personalidad y aparecen mis demonios. ¿Os suena?

Cada vez que no te reconozcas, para un momento, intenta ver cual es el balón que no has podido retener en el fondo, abraza a ese balón y no vuelvas a hundirlo. Sé práctico, si lo hundes, volverá a saltar antes o después. Tal vez si lo dejas fuera podrás quitarle el tapón de seguridad, ese que nos impide que salga el aire,  y quién sabe si con el tiempo, ese balón se ha convertido en un pequeño globo que puedes guardarte en un bolsillo.

Visualiza tus balones, el cansancio de tus pies, pon atención y presencia y cuando salten con mucha fuerza, extiende tus brazos hacia el aire, coge el balón al vuelo, no se lo pases a nadie. Es tu balón, es tu nuez, es tu sombra y en definitiva forma parte de tu maravilloso ser.

almufuentes@gmail.com