miércoles, 29 de mayo de 2013

Decir adios...


La gran pregunta que me hago cada día es... ¿qué puedo aprender de lo que hoy he vivido?
Y hoy he aprendido que el adiós a un ser querido que ha vivido su vida de la forma que ha elegido, lo mejor que ha sabido, no es un drama. No podría no escribir sobre ésto ésta noche lluviosa de Madrid después del ejemplo de familia y amor que he visto.

Cómo me gustaría partir así, rodeada de mimos, de cariño, de sentido del humor y del amor. No me extraña que cuando un ser es tan amado y tan cuidado no quiera irse.

El abrazo de los seres queridos en torno a una partida es un abrazo de esperanza. Yo siento que volveremos a encontrarnos todos en algún lugar misterioso, que nos veremos con aquellos que nos dañaron y nos fundiremos en un gran abrazo haciéndonos un guiño ante lo vivido.

Yo creo que los guías que nos acompañan han recogido hoy a ese anciano amoroso, que miraba embelesado a su viuda y a sus hijos desde otra dimensión. Claro que estaba ahí, pero fuera de ahí, y desde hoy esperando a los que antes o después, nos reuniremos con él.

Feliz vuelo, feliz viaje tío. A nosotros nos toca seguir jugando...

almufuentes@gmail.com