lunes, 4 de marzo de 2013

Qué bien hechos estamos


Confieso que llevo un tiempo dándole vueltas a la alimentación, comer más fruta y más verdura, comer más sano y con consciencia, despacio y si es posible en silencio, saboreando lo que como, su textura, los matices... Llevo mucho tiempo escuchando que el azúcar blanco es veneno, así que durante éste fin de semana, me dispuse a escribir sobre el azúcar en el blog.

He buscado en muchas páginas de internet los efectos que produce en nuestro organismo el azúcar blanco refinado, llegando incluso a encontrar un artículo en el que se comparaba a éste producto tan frecuente en nuestra dieta con "un veneno". Imposible no acongojarse, más cuando eres madre y por ello, responsable de la alimentación de niños que confían plenamente en lo que les pones en sus platos cada día.

El sábado pensé que iba a declararle la guerra al polvo dulce blanco que tanto me gusta y que me iba a convertir en una fiel defensora del azúcar moreno, pero a medida que seguía leyendo artículos, me vi sumida en una gran confusión. Resulta que las ventajas o desventajas de uno y otro no son relevantes.

Dependiendo de la opinión de un experto o de otro, iba cambiando mi azucarero de color... que lío.

Es cierto que hay muchos intereses creados en torno a lo que comemos, confiar en que lo que llega a nuestras mesas es sano, es simplemente una utopía, yo ya no tengo ni idea de lo que es sano y de lo que no. Así que voy a hacer lo que he venido haciendo hasta ahora, comer con moderación todo aquello que me gusta, ya sea bueno o malo. Soltar las opiniones y los artículos, no meterme en el miedo que me produce hablar de veneno o de cosas sanas, porque lo que hoy es sano, todos sabemos, que mañana puede no serlo.

A veces, no saber mucho es lo sano, vivir sin darle demasiadas vueltas a las cosas, aplicar el sentido común de cada uno y cruzar los dedos. La información o mejor el exceso de información me asusta. Siempre recuerdo una demostración que me hizo en casa una vendedora de aspiradoras, resulta que tenía mi colchón todo lleno de ácaros y de bichos que mi vista no alcanzaba a ver.

Yo prefiero seguir durmiendo tranquila y ponerme un par de cucharadas en el café sin sentir que estoy rodeada de cosas extrañas o envenenándome... yo prefiero pasar las cosas por el filtro de mi intuición y si vivo entre ácaros y no los veo, mucho mejor, para eso estamos tan bien hechos.

Feliz mañana

almufuentes@gmail.com