jueves, 21 de marzo de 2013

Jugar a vivir un año más



Me encanta ésta imagen porque así me siento cada vez que abro el ordenador. Yo no escribo, yo juego a escribir y eso para mi, es mucho más divertido.

Hoy además, cumplo 49 años y comienza un nuevo año para mi, un nuevo reto en el que ser capaz de ver todas las posibilidades. Y hoy más que nunca me siento como una niña que quiere aprender más. ¡Quiero leer tantas cosas que me interesan!, ¡quiero conocer a tanta gente para hacer tantas preguntas!...

He aprendido algunas cosas en éste año que ha pasado y sin embargo a medida que avanzo siento que cada vez sé menos, pero es verdad, antes creía que sabía, ahora sé que no sé.

Comienzo mi camino hacia los 50 años, una edad que me hace especial ilusión sin ningún motivo concreto. Repaso mis proyectos aún invisibles, la lista de cosas que soy capaz de imaginar, decreto y visualizo y tengo fe en que todo lo que tenga que suceder sucederá y que el Universo conspirará si yo lo deseo con todo mi corazón.

El mejor regalo que me doy es la libertad. No hay otro que yo desee más. El año pasado me regalé libertad en una caja mediana, éste año me regalo libertad en una caja enorme, a los 50 espero regalarme libertad ya sin caja... Tengo ganas de tener canas y convertirme en una mujer madura, consciente, interesante, dejar de hacer pequeñas payasadas para hacer enormes payasadas, atreverme con los tatuajes y las rastas, con el pelo a cepillo y los piercings. Collares de perlas ya he llevado muchos, chanel nº 5 también. Ahora quiero oler a campo, a mar, a sal, ahora quiero ropa amplia y muchos abrazos, mucho amor sin excluir, en libertad, sin celos, yo no soy de nadie ni haré a nadie mío. Ahora quiero que nadie me exija ayuda y darla a raudales.

Este año pongo mi intención en seguir creciendo por dentro, en respetar a aquellos que amo, en reírme a carcajadas, en disfrutar, en seguir jugando a vivir, en agradecer, en hacer las cosas fáciles, en ser más cariñosa, más humilde, valorar más a los que me rodean...

Hoy mi hija mayor me ha escrito una carta preciosa, me quedo con un párrafo que comparto en mi blog

"Gracias por respetarme mamá, por reírte conmigo y por apoyarme siempre, haga lo que haga"

Estas palabras hoy, han sido mi regalo y me han hecho sentirme feliz.

almufuentes@gmail.com






martes, 19 de marzo de 2013

El momento "queso en la leche"



Ayer tuve el placer de desayunar con mi hija pequeña, todo en la mesa estaba preparado tal y como a mí me gusta, los que me leéis sabéis el hincapié que hago en hacer cada mañana el desayuno para convertirlo en un momento muy placentero.

La manera de sentarse de la pequeña de mi casa  no es siempre muy ortodoxa, pero ya me he acostumbrado y sé, que esas posturas se van pasando a medida que uno va creciendo. Sin embargo, mientras preparaba mi tostada y me deleitaba en la variedad de mermeladas, vi con el rabillo del ojo, que ella había comenzado a echar trozos de queso dentro de la leche caliente y con la cuchara, iba pescándolos como si fueran picatostes en una sopa otoñal. Inmediatamente mi parte más estricta la reprendió:

"¿qué estás haciendo? ¿qué cochinada es esa? ¡el queso no se moja en la leche!, se mojan las galletas, el pan, las magdalenas, los churros, las rosquillas... ¿pero el queso?"

Mi hija me miró sorprendida y me contesto: "Me gusta mamá".

"...ya, entiendo que te guste, pero es que el queso no se moja en la leche y bla bla bla..."

De pronto, algo en mí se movió, una parte de mí que es sabia y que muchas veces tengo tapada.

¿Por qué no se moja el queso en la leche cuando se desayuna? ¿quién lo ha dicho?

Y no lo sé. No tengo ni idea. No sé quién se inventó que se podían mojar otras cosas, pero no el queso, no sé cómo ni de qué manera esa estúpida idea de que el queso no se moja en la leche, se instaló en mis creencias, en mi cocina, en mi mesa del desayuno y en mi vida y si no llego a estar atenta, hubiera pasado de mis creencias a las creencias de mi hija, que a su vez, le habría dicho dentro de unos cuántos años a su propia hija, que no se mojaba el queso en la leche...

Mágicamente respiré el momento "queso en la leche" y me di cuenta de que había atrapado a una creencia como si hubiera sido un mosquito molesto que zumbaba y zumbaba alrededor de mis oídos en una noche de verano. ¡Zas! creencia descubierta, creencia puesta en duda y con muchas posibilidades creencia en vía de desaparición.

A partir de ahora, en mi casa, en mi mesa, en mis desayunos, en mi vida, cada uno es libre para tomar lo que desee y que se preparen las creencias, porque voy a estar muy, pero que muy atenta... 

Y ese detalle, ayer me hizo inmensamente feliz mientras veía la cara de mi hija disfrutando de su pequeño gran invento.

almufuentes@gmail.com.


jueves, 14 de marzo de 2013

Yo me pido que sea...

Que sea un hombre sencillo, con el corazón grande, que no juzgue, que no culpe...
Que explique lo que sabe con su ejemplo para que sus seguidores imiten no lo que hace, sino "quien es".
Que se deshaga de riquezas innecesarias, de vehículos innecesarios, de vestimentas innecesarias...

Que siga con su misma ropa, sus mismos zapatos y el mismo corazón
Que se acerque a la gente, no a algunos, sino a todos, que respete todas las religiones y creencias sin emitir juicio alguno. Que tenga apertura para caminar solo ofreciendo su mano sencilla.

Que sonría por favor, que sonría, que estamos hartos de tanta seriedad, de tanto balcón, de tanta cortina roja... que la sonrisa es el mejor paracaídas, que mire a la esencia de los seres humanos como él, no a los cuerpos, ni a los géneros, ni al plural ni al singular, sino a las almas.

Que no eche broncas y hable con dulzura, con espacio, con cercanía, y por último que medite mucho, que silencie más, que pida ayuda a sus guías y escuche a su intuición.

Consciencia Papa Francisco... y que la suerte te acompañe!

almufuentes@gmail.com



miércoles, 13 de marzo de 2013

Comprar flores... mi mejor regalo



Tengo 48 años y reconozco que una de las cosas que más felicidad me aporta, no es salir de tiendas, ni tampoco ir a cenar a un buen restaurante, lo que más me gusta es perderme en un vivero de flores y plantas y comprarme un ramo precioso.

Que divertido llegar a casa e ir cortando los tallos y colocarlos en un jarrón y es que un ramo de flores alegra muchísimo cualquier espacio, un salón, un comedor, un dormitorio o incluso la cocina, nada permanece igual cuando un jarrón aparece. De pronto todo cambia, y esa mesa tan sosa, se ve preciosa con un ramo de peonías encima.

¡Qué bonitas las peonías! qué lujo poder mirarlas cada mañana mientras tomas el café, me encanta su color rosa o blanco y lo apretado de sus pétalos, qué bonitas también las astromélias de tantos colores como las hay, y los jacintos cuyo olor es inigualable, o el jazmín tan delicado...

Cada vez que me imagino cómo sería mi día ideal, no tengo ninguna duda, llevar a los niños al cole después de un buen desayuno e ir a comprarme flores para llevar a mi consulta, a mi casa.  Preparar jarrones de distintos tamaños y repartirlos por todos los rincones... y solamente de imaginarlo, ya se me dibuja una gran sonrisa.

Poner flores en casa, llena los espacios de buena energía, convierte los lugares en más acogedores y te salpica el corazón de felicidad...

almufuentes@gmail.com


domingo, 10 de marzo de 2013

El sofá...qué buen invento

Es una de las mejores cosas del fin de semana, tumbarse en el sofá, dejarse caer entre sus almohadones y disponerse a que el tiempo pase haciendo una de las cosas más importantes que podemos hacer: descansar.

Mis dos sofás son ORO, resisten el paso del tiempo, los saltos de los niños en los cumpleaños, las palomitas del domingo, algún que otro percance inesperado, y hasta el sueño de mis perros si me despisto.

Cuántas conversaciones tenemos en nuestros sofás, cuántos secretos guardados, cuántas risas, cuántos lloros... cuántas tardes de aburrimiento, cuántas confidencias.

Llegar a casa y poder caer en el sofá, cerrar el día y hacerse un ovillo, quitarse los zapatos, cenar con una bandeja, leer, es un placer que pocas veces observamos, pero que aporta muchísima felicidad.

Tener un sofá cómodo es muy importante, observa el tuyo, mira si te aporta momentos de descanso, si te sientes en él como en un oasis y si no es así, ¡piensa en cambiarlo!

Acordaros, observar las pequeñas cosas, las sencillas, las cotidianas. Poner consciencia en ellas, el aquí y el ahora es lo único que tenemos.

almufuentes@gmail.com

viernes, 8 de marzo de 2013

La suegra... la bruja o la maga


¿Verdad que hay muchas personas que cuando pronuncian la palabra "suegra" se ponen verdes, les salen cuernos y echan fuego por la boca?... ¿puede ser que una parte de nosotros las culpe por la educación que han dado a sus hijos y que finalmente nos repercute a nosotros?

¿No os parece muy extraño que haya tantas suegras malas, malísimas? A mi si.

Y lo que es peor... ¿me convertiré yo misma en una suegra odiada?

Tenemos la humana tendencia de buscar culpables, de no mirar a las personas a las que amamos con respeto y honrando sus historias, su forma de ser, su forma de crecer, su identidad. La suegra suele ser depositaria de muchas culpas, cuando en realidad, ella lo único que hace es vivir su propia senda de la mejor manera que puede y sabe.

Hoy, mientras tomo mi café pienso en mis dos ex suegras y la verdad es que solo se me dibuja una amplia sonrisa.

Qué suerte he tenido con ellas, cuánto he disfrutado con sus conversaciones, con sus relatos, con su forma de ser, cada una en su estilo, pero qué grandes mujeres las dos.

Mi entrada de hoy va dedicada a esas personas que no soportan a su suegra, que las mantienen alejadas, que han establecido con ellas una especie de lucha de poder. Tal vez, si con inmenso amor y generosidad, las miramos con otros ojos, nos acercamos a sus historias personales, a su infancia, su juventud, si somos capaces de ver que más allá de lo que ella representa, hay una mujer que hizo lo mejor que supo... tal vez entonces, podamos ir perdonando y diluyendo esas bolsas de dolor y de rabia que tanto nos enojan.

Las suegras, no nacieron siendo suegras, fueron niñas como todos, rieron, lloraron, sufrieron, lucharon, sintieron, como todos... no hay nada especial en ellas. Solo madres que, como la gran mayoría, a veces, nos equivocamos, porque educar a un hijo, respetar cuando se va, dejar de controlar, abrir los brazos para darle libertad, no siempre es fácil.

Si establecemos con ellas una energía de rivalidad y de lucha de poder, el juego de la vida es mucho más complicado para ellas y para nosotros. Si por el contrario las honramos por la vida que han vivido, por su caminar, si las vemos con ojos amorosos... tal vez, podamos comenzar a cambiar esos dolores coagulados y la guerra emocional termine.

Algún día podemos acabar siendo "suegros" nosotros mismos, y a mi particularmente, me gustaría que me vieran desde el prisma de la comprensión y el cariño, no en vano, las madres convertidas en suegras, son portadoras del gran milagro de la vida. No lo olvidemos.

almufuentes@gmail.com

martes, 5 de marzo de 2013

El alivio de jugar a vuestro lado



Algo en mi interior me dice y así lo manifiesto siempre, que la vida es un juego... un juego que comienza el día en que llegamos y continúa en otro lugar en el momento en el que partimos. Un juego con unas reglas herméticas o desconocidas a los ojos, a la razón, al pensamiento, pero con una profunda sincronicidad y magia, solo perceptible por la intuición y el silencio.

Pero a veces, me cuesta recordar que la vida es un juego, no sé si os ocurre a vosotros, supongo que también. En cuanto no estoy atenta, me tomo las cosas demasiado en serio y la vida se me aparece como un enfrentamiento diario. Entonces me vuelven las palabras que tengo registradas dentro de mis creencias "La vida es dura" "es una batalla, una pelea constante"... ¡¡¡pero no!!!!!

La vida es un juego, un juego de consciencia, un juego de atención. Cada día estamos simbólicamente en una casilla en donde ocurren cosas, suceden cosas que forman parte del juego. Tirar el dado cada mañana, coger impulso y saltar de nuevo a otra casilla, con nuevas oportunidades, con otras experiencias, con otros acompañantes tal vez... quién sabe, ese es el misterio de éste juego.

La actitud es lo importante, no pongamos mucha razón al jugar, la razón nos llena de miedos, de preocupaciones, de temores, de prejuicios,  que a veces nos hacen sentir que jugamos en un juego horrible, duro, desesperanzador, un juego que querríamos abandonar, bajarnos del tablero y huir.  Y lo cierto es, que el juego es lo que nosotros queramos que sea, depende de como lo miremos, de las ganas que pongamos al jugar, de la ilusión que entreguemos, de la fé que concedamos, de la magia que generemos, de nuestra intención... de la valentía, del equipo de apoyo al que nos unamos.

Respiremos, cojamos el dado, vamos a tirarlo, vamos a observar la casilla en la que hemos caído hoy, vamos a hacerle un guiño, a sacar todas nuestras herramientas para las pruebas que el día nos depare. Sacar la lupa para ver la magia y las sincronicidades, las tijeras para cortar y ver más allá. Todo va a depender de mi, de lo que sea capaz de hacer en mi casilla, pero hay una cosa cierta, que alivio me da veros a mi lado mientras juego. Por favor, sentirme al lado vuestro también. El juego está en marcha...

almufuentes@gmail.com

lunes, 4 de marzo de 2013

Qué bien hechos estamos


Confieso que llevo un tiempo dándole vueltas a la alimentación, comer más fruta y más verdura, comer más sano y con consciencia, despacio y si es posible en silencio, saboreando lo que como, su textura, los matices... Llevo mucho tiempo escuchando que el azúcar blanco es veneno, así que durante éste fin de semana, me dispuse a escribir sobre el azúcar en el blog.

He buscado en muchas páginas de internet los efectos que produce en nuestro organismo el azúcar blanco refinado, llegando incluso a encontrar un artículo en el que se comparaba a éste producto tan frecuente en nuestra dieta con "un veneno". Imposible no acongojarse, más cuando eres madre y por ello, responsable de la alimentación de niños que confían plenamente en lo que les pones en sus platos cada día.

El sábado pensé que iba a declararle la guerra al polvo dulce blanco que tanto me gusta y que me iba a convertir en una fiel defensora del azúcar moreno, pero a medida que seguía leyendo artículos, me vi sumida en una gran confusión. Resulta que las ventajas o desventajas de uno y otro no son relevantes.

Dependiendo de la opinión de un experto o de otro, iba cambiando mi azucarero de color... que lío.

Es cierto que hay muchos intereses creados en torno a lo que comemos, confiar en que lo que llega a nuestras mesas es sano, es simplemente una utopía, yo ya no tengo ni idea de lo que es sano y de lo que no. Así que voy a hacer lo que he venido haciendo hasta ahora, comer con moderación todo aquello que me gusta, ya sea bueno o malo. Soltar las opiniones y los artículos, no meterme en el miedo que me produce hablar de veneno o de cosas sanas, porque lo que hoy es sano, todos sabemos, que mañana puede no serlo.

A veces, no saber mucho es lo sano, vivir sin darle demasiadas vueltas a las cosas, aplicar el sentido común de cada uno y cruzar los dedos. La información o mejor el exceso de información me asusta. Siempre recuerdo una demostración que me hizo en casa una vendedora de aspiradoras, resulta que tenía mi colchón todo lleno de ácaros y de bichos que mi vista no alcanzaba a ver.

Yo prefiero seguir durmiendo tranquila y ponerme un par de cucharadas en el café sin sentir que estoy rodeada de cosas extrañas o envenenándome... yo prefiero pasar las cosas por el filtro de mi intuición y si vivo entre ácaros y no los veo, mucho mejor, para eso estamos tan bien hechos.

Feliz mañana

almufuentes@gmail.com