miércoles, 16 de enero de 2013

Salir de la queja y valorar lo que tenemos


Es incompatible la queja con el agradecimiento. O hacemos una cosa, o hacemos la otra. Cuando nos quejamos, nos estamos contando la historia de una manera negativa y cuando agradecemos, estamos haciendo justo lo contrario.

Hoy me he levantado dispuesta a valorar lo que tengo, a veces no es fácil, porque la queja salta como un monigote sobre nuestras espaldas, pero si conseguimos dejarla a un lado, somos capaces de poner la luz y el foco en cuántas cosas tenemos que no miramos a diario.

Poniendo consciencia, me doy cuenta de el saludo de mi portero, siempre amable y cariñoso, de la música que guardo en mis archivos y que a veces no tengo tiempo de escuchar, de los libros que aún no he leído y que abultan las estanterías, de la luz que entra por las ventanas... si, tal vez podríamos tener un montón de cosas más, pero pensemos que también podríamos tener un montón de cosas menos.

Llevar a mis hijos al colegio, desayunar con ellos, disponer de un coche para moverme, disfrutar de alguna emisora que me arranque una sonrisa, la ducha relajante, el gel que más me gusta, la ropa planchada, el té de frutas del bosque que había olvidado que compré hace tiempo, el encontrar mis llaves sin problemas porque he conseguido tener algo de orden... y un montón de pequeños detalles más, me han hecho comprender que soy afortunada y que valorar lo que tengo, aunque parezca algo sin importancia, te pone una sonrisa en la cara y en el alma antes de subirte al mundo.

almufuentes@gmail.com